¿Sabías que la cocina es la estancia más usada del hogar?
Así es. Por ello, al reformar la cocina, los grifos a instalar deben tener en cuenta algunos factores. El diseño, el espacio, la presión del agua disponible en casa o el consumo pueden decantar la balanza hacia una u otra elección.
El fregadero es lo primero a considerar. Actualmente se han generalizado los grifos sobre encimera, si bien en espacios reducidos existe la opción de usar grifería empotrada a la pared. Así, habrá que ser cuidadosos con la medición de la distancia entre las tomas de agua. El objetivo siempre es no complicarnos la vida más de lo necesario con la instalación. Ah, y si disponemos de dos fregaderos, el grifo al medio.
¿Qué tipo de grifería necesito?
- Bimando: la más tradicional. Incluye dos mandos, uno de agua fría y otro de agua caliente, aunque cada vez se demanda menos.
- Monomando: es el modelo que se ha terminado imponiendo, ya sea por su relación calidad-precio, facilidad de instalación y, sobre todo, por contar con una sola maneta para regular el caudal del agua y la temperatura.
- De caño alto u horizontal: indicados en recipientes grandes: ollas, sartenes, cazuelas, cubos y garrafas de buen tamaño.
- De caño extraíble: útil tanto en fregaderos pequeños como grandes. En el primer caso, podremos lavar objetos pequeños con caño alto normal. Y con grandes recipientes, lo extraeremos para adaptarlo a la postura. También nos hará la vida más fácil en caso de llenar el cubo de fregar.
- De caño abatible: perfecto en fregaderos situados bajo ventanas que se abren hacia dentro. Como alternativa, también se pueden emplear grifos de caño invertido hacia abajo o de caño horizontal.
- De caño de pedal: permiten abrir o cerrar el flujo de agua a través de un pedal en el suelo. Una solución ciertamente moderna, higiénica y cómoda.
- Termostáticos: otro avance de la tecnología aplicada a la cocina. Permiten regular la temperatura para que ésta sea siempre constante.
Materiales y ahorro
El material estrella para nuestra grifería es el acero inoxidable. Resistente y fácil de limpiar. Por otra parte, el cromado luce notablemente pero nos exige secarlo bien para conservar su aspecto. Y no olvidemos tendencias más modernas como el negro mate o incluso los colores. Todo dependerá de buscar una armonía con tiradores, azulejos, muebles, etcétera.
Por último, conviene repasar qué tecnologías nos ayudarán a incrementar el ahorro de agua:
- Aireadores: mezclan el agua con aire sin disminuir la sensación de cantidad de agua.
- Sistema de apertura central de agua fría: solo con monomandos, se abrirá el agua caliente únicamente si giramos a la izquierda o a la derecha.
- Sistema de doble posición de apertura: se basa en dos posiciones de palanca. En una fluye medio caudal y en la otra el 100%.
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